Puesta en marcha en el área de diseño: las mentes creativas comienzan su propio negocio

En algunas compañías, todavía es el caso hoy que contratan a un diseñador para que se encargue de los próximos proyectos. Contrata a trabajadores independientes para un trabajo, un proyecto, una tarea. Como resultado, cada vez más diseñadores se sienten obligados a iniciar un negocio. La mayoría comienza con un trabajo por cuenta propia a tiempo parcial muy temprano, a menudo durante sus estudios. Otros primero completan un aprendizaje y completan una o más pasantías antes de comenzar a trabajar de forma independiente. Para muchos, el trabajo por cuenta propia es muy difícil al principio, pero a largo plazo te hace más satisfecho. Los diseñadores permanentes tienen más tiempo libre, más vacaciones y aún están menos satisfechos con su vida laboral que sus colegas independientes.


Muchos diseñadores cumplen con sus estándares de calidad, viven por su oficio y por su libertad. Esto puede convertirse fácilmente en un problema al iniciar un negocio, porque están menos preocupados por los problemas empresariales, pero son importantes. No pueden responder preguntas sobre negociaciones de precios o posicionamiento en el mercado, o pueden responderlas de manera inadecuada. Esa será, es la respuesta más común, se encontrará con el tiempo. Sin embargo, es importante responder estas preguntas muy específicamente para comenzar su propio negocio con éxito.


En la fase previa al inicio, el diseñador primero crea un plan de negocios. En él hace cálculos detallados de sus costos. La mayoría encuentra que iniciar un negocio implica ciertos riesgos financieros. Para superar este obstáculo, es importante saber qué opciones están disponibles para asegurar el financiamiento inicial y recaudar suficientes fondos líquidos. Es un desafío encontrar la forma de financiamiento que mejor se adapte al modelo de negocio y la fase de inicio.


En la fase previa al inicio, el desarrollo del modelo de negocio está en primer plano. El diseñador desarrolla un concepto corporativo comercializable en el que claramente desarrolla sus características especiales, su punto de venta único. Hay tantos diseñadores en el mercado que el cliente puede elegir. Si sabe exactamente cuáles son sus puntos fuertes, puede sumar puntos con clientes potenciales. En la fase previa a la fundación, tiene sentido buscar consejo. Las mentes creativas a menudo carecen de un sentido de pensamiento emprendedor.


La fase de inicio se trata de la base concreta, termina con un concepto de negocio sostenible. La base legal está pendiente. La atención se centra en la búsqueda de clientes y la planificación financiera para el futuro cercano. El capital de deuda puede llenar los fondos faltantes, hay varias opciones disponibles. Una opción es solicitar un préstamo a plazos, más información está disponible aquí. Otra opción es buscar un ángel de negocios o buscar los programas de financiación correspondientes.


Una amplia gama de programas de soporte están disponibles para apoyar a las empresas nuevas. Hay subvenciones, préstamos, patrimonio o garantías. A nivel nacional, KfW (Kreditanstalt für Wiederaufbau) es el punto de contacto para la asignación de fondos. El IHK y el foro de expertos del Ministerio Federal de Asuntos Económicos y Energía están disponibles para responder preguntas sobre los diversos programas de financiación. Ayudan a preparar las conversaciones bancarias y explican las diversas opciones de financiación. Los detalles de contacto relevantes están disponibles aquí.



La industria del diseño es muy competitiva. Para sobrevivir en este negocio, es necesario destacar entre la multitud con su concepto. ¿Qué valor agregado tiene el cliente del diseñador? ¿Cómo se destaca el diseñador de la competencia? Al mismo tiempo, es importante mirar hacia el futuro, qué desarrollos se pueden esperar, qué tendencias ya se pueden ver y dónde se desarrollará la industria en los próximos años.


El empresario es el único responsable de las finanzas y los ingresos. Ya durante la fase de inicio hay costos, como para una computadora, el software, el marketing, las tarjetas de presentación, la presencia en Internet y la puesta en marcha.


Iniciar un negocio no es fácil para todos. Las personas creativas en particular a menudo no tienen idea de lo complicado que puede ser. En particular impuestos, contabilidad, administración y finanzas. Dado que hay muchas trampas ocultas aquí, los diseñadores independientes deben buscar un asesor fiscal en una etapa temprana y obtener información completa sobre los próximos problemas.


Muchos freelancers encuentran difícil establecer una tarifa por hora para su trabajo. La mayor parte de más del 50 por ciento requiere una tarifa por hora de 30 a 50 euros por su trabajo. También hay diseñadores que exigen mucho menos: alrededor del dos por ciento de los diseñadores trabajan por menos de 15 euros. La tasa horaria de 15 a 30 euros es requerida por casi el 12 por ciento de los diseñadores. Sin embargo, esto es muy poco para pagar todos los costos que una persona independiente tiene que soportar. Estos incluyen seguro de salud, prestación de vejez o seguro privado de accidentes. Casi el 20 por ciento de los diseñadores ganan 70 euros y más.


Tan pronto como el diseñador haya establecido su propio negocio, es hora de trabajar en su propia imagen. En el curso de la fundación, esto a menudo queda en el camino y no se considera importante. Este es un gran error, especialmente para los fundadores en el sector del diseño. El diseñador usa su propio diseño corporativo (CD) para anunciarse por sí mismo. Es lo primero que percibe un cliente potencial. Los diseñadores deben crear sus propios logotipos y tenga mucho cuidado con su propio CD. La identidad corporativa está determinada externamente por elementos visuales. Proporcionan información sobre la persona del diseñador, lo que representa y qué hace exactamente este diseñador. Su propio logo, una fuente especial y los colores son el comienzo de su propio diseño corporativo. En el futuro, seguirá la publicidad, los letreros de las puertas, los documentos comerciales, los vehículos, los sitios web y, por supuesto, la presencia en las redes sociales.